DEPORTE. Lesiones ¿de fútbol?

Tener mala pata 
Es de actualidad en el mundo del deporte el desafortunado accidente que ha tenido el internacional argentino Éver Banega con su coche en una gasolinera de Valencia. Al parecer fue a echar gasolina y se olvidó echar el freno de mano al salir del vehículo y al estar esa gasolinera en cuesta su Audi R8 se empezó a mover, y por acto reflejo puso el pie de su pierna izquierda tras la rueda y éste quedó atrapado entre el coche y el bordillo de la acera produciéndole la rotura de tibia y peroné. Se suponen un mínimo de 6 meses de baja.

Este accidente me recuerda a otros episodios un tanto esperpénticos o surrealistas que le han sucedido a algunos otros futbolistas.

Ejemplos son:

Santiago Cañizares. El famoso bote de colonia le costó un disgusto al portero del Valencia y de la Selección a finales de los 90 y principios del siglo XXI. Intentó evitar que éste se cayera al suelo con el pie y se produjo un corte en el tendón de su pie derecho. Se perdió el Mundial 2002 de Corea y Japón en el que iba a ir como titular indiscutible.

Carles Busquets, el portero barcelonista de la década de los 90, padre de Sergio Busquets, estuvo varias semanas de baja tras sufrir un aparatoso accidente en el que se quemó en su casa con la plancha al evitar que cayera sobre su hijo. Hay quien dice que eso fue una excusa y que en realidad tuvo un accidente montando en moto, algo prohibido por el club.

Sergio García. El futbolísta catalán en su etapa en el Betis se lesionó en la rodilla cuando al celebrar un gol se tiró de rodillas al suelo para deslizarse pero se quedó clavado.

David Butty. El jugador del Blackburns Rovers y Newcastle en la dé cada de los 90 se lesionó estando jugando en su casa con su hijo cuando fue atropellado por este con su triciclo y se rompió el tendón de Aquiles.

Matin Palermo. El mítico jugador de Boca Juniors durante su etapa en el Villarreal fue a celebrar un gol con la grada con la mala suerte de que ésta cedió y cayó sibre una de sus piernas fracturándole tibia y peroné.

Sin embargo, ya lesiones más llamtivas fue por ejemplo el desgraciado accidente de Paulo Diogo, que al ir a celebrar un gol con los aficionados de la grada el anillo que llevaba se le quedó enganchado en la valla al bajar y se desgarró parte de dedo.