domingo, 23 de septiembre de 2012

Los de ahí arriba

Me veo obligadísimo a escribir una entrada a raíz del follón que se ha montado a partir de la histórica manifestación en las calles de Barcelona, el pasado 11 de septiembre, Diada de Catalunya.

Empezaré explicando muy brevemente al lector que no lo sepa, lo que es la Diada.
En 1700, Carlos II el hechizado, el tataranieto de Carlos V de Alemania, reina en los distintos países o territorios de España, salvo en Portugal recientemente independizado. Al morir sin descendencia se desencadena la Guerra de Sucesión. La guerra la gana el bando del aspirante francés, Phillipe de Anjou, nombrado Felipe V y por primera vez se usa la entitulación de "rey de España", echando abajo el modelo territorial de los Austrias.

La caída de Barcelona en manos de las tropas borbónicas al mando del duque de Berwick se produjo el 11 de septiembre de 1714, tras catorce meses de sitio.
Ello implica la promulgación de los homogeneizadores Decretos de Nueva Planta, la abolición de las instituciones catalanas en 1716, y la implantación de las instituciones castellanas, sus leyes y su lengua.

En la Diada, se rememora eso, el último día en el que los catalanes fueron solamente catalanes.

Con la llegada de la democracia esta fiesta, que es un símbolo nacional (según el artículo 8.1 del Estatuto de Autonomía.) ha sido lugar de altavoz de grupos independentistas que defienden la independencia territorial, política y económica de España y Francia.

Con la crisis mundial que afecta a España y a Cataluña desde 2008, desde sectores catalanes se cuestiona ya de forma mayoritaria el modelo de financión que tiene Cataluña con el estado español, pues es de las comunidades autonómicas que más aporta. Se une eso al sentimiento centenario de desafección nacional con España, habiendo habido muchas décadas de prohibición de la lengua catalana y de sus signos (como la senyera), con una cultura distinta de la mesetaria, y una incomprensión desde España a uno de sus motores económicos, desde sectores tanto moderados o conservadores como progresistas, y todo esto junto forma lo que hoy vemos: gente que no es española, gente no catalano parlante, hijos de andaluces, aragoneses y castellanos, que se unen en los últimos años a estos postulados.

Pero queda el muro de la Constitución de 1978, esa de la transición, que para las nuevas generaciones de jóvenes queda ya muy lejos y estamos libres de los orgullos o las penas que pueda haber transmitido en su momento. En ella no hay vía posible para el cambio de organización del territorio ni por supuesto la pérdida de ningún metro de suelo español. Esto choca con el derecho reconocido por la ONU, el derecho de autodeterminación de los pueblos.

Lo que no se puede pretender es jugar con la política del miedo: "Cataluña sin España se arruinaría", "actuaría el ejercito", "seríais un país pobre", "os echarían del euro" (casi parece esto un argumento a favor xD), "habría boikot a los productos catalanes"... etc. Esto es fruto del facherío sociológico de este país de pandereta.
¿Qué pasa, que los pueblos no son viables? En las últimas décadas, no hay que irse muy lejos, el mapa de Europa ha sufrido muchos cambios en sus fronteras, ¿qué territorio después de independizarse como Estado, luego ha querido dejar de serlo?

Una de las buenas noticias para la política que produciría la creación del Estado catalán, sería que CiU dejaría de ser el partido que representa a Cataluña en España, y se vería que no representan a toda Cataluña sino a los burgueses y clases altas de todos lados.

Hay propuestas conciliadoras que me parecen muy buenas, hay quien haciendo uso de talante propone un estado federal o confederal, con esta idea me puedo sentir identificado pero hay un pero. Yo me pregunto: ¿hay ciudadanos dispuestos?, ¿masas de votantes dispuestas a aceptar eso fuera de las periferias del Estado? Yo creo que no, solo hay que ver el caso de Ezquerra Republicana, partido no nacionalista, que antes de la guerra civil era catalanista federalista como actualmente el PSC, pero después de la guerra y la dictadura, con la vuelta de la democracia ERC es independentista, ¿por qué? Porque al otro lado no quieren federación.

Por un lado se puede achacar con mucha razón que deseos de mayor decisión sobre asuntos propios cuyo fin último sería la independencia pueden dar beneficio a una clase política no muy diferente a la española en cuanto a no haber sabido manejar la difícil situación económica y social, pero argumentando que esto está alentado por una cúpula política que necesita cortinas de humo no se puede caer en el error obviar el deseo del pueblo, de millones de ciudadanos que ya lo han expresado en las calles y puede que próximamente en las urnas.

Veremos si los mimos y  la tolerancia desde la meseta no llegan tarde y no pagamos el resto de la ciudadanía española el silencio ante el linchamiento económico y el desprecio social hacia lo catalán. El ejemplo más claro y simple lo vemos en torno al FC Barcelona, pues todavía existe gente que no puede comprender la "manía" de contestar en catalán en ruedas de prensa a preguntas hechas en catalán. O quien en un acto de ignorancia creo yo más que de maldad, habla del catalán como dialecto del castellano. Poco saben de como se han desarrollado las lenguas en la Península Ibérica. Se demuestra eso cuando dicen lo mismo del gallego, que es una lengua más antigua que el castellano. Algún ignorante temerario se atreve a meter en el saco al euskera, lengua milenaria. Es mejor reírse por no llorar.

Le pese a quien le pese, Cataluña será lo que los catalanes y todos los ciudadanos de Cataluña quieran que sea. Por eso el referéndum por inconstitucional que ahora mismo sea, en una situación así, es algo obligado en un Estado democrático y de derecho, y no son quimeras, como le ha escrito al Rey su negro en la reciente carta de su página web, sino pura democracia, gobierno del pueblo.


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