sábado, 1 de diciembre de 2012

Historias de derbi

Recuperamos una historia futbolística del derbi madrileño no acaecida en el césped, ni en un vestuario, ni tan siquiera en una sala de prensa sino en una carretera madrileña. Los protagonistas: Pizo Gómez, Míchel, Rafael Gordillo y algún madridista más. Seguro que muchos ya la conoceréis, pero quizá no todos los detalles ni la venganza de Paulo Futre y Luis Aragonés a su ex compañero y jugador

La historia principal gira sobre un día de abril de 1990 en la carretera de la Coruña de Madrid, la que se encamina hacia algunos municipos donde residían habitualmente futbolistas como Pizo Gómez, del Atlético de Madrid por entonces (Athletic y Osasuna antes, y Espanyol, Rayo y Eibar después) y los madridistas Míchel y Gordillo, cabecillas del denominado Clan de Las Rozas -en el que también estaban Óscar Ruggeri, Fernando Hierro y Antonio Joaquín Parra- y que habitualmente subían y bajaban a Madrid juntos en coche (ahora no imagino a Cristiano yendo a buscar a Arbeloa para llevarle a Valdebebas).

"Pizo, eres mi ídolo", le gritaron entre otras cosas desde el coche en el que iban los madridistas, burlándose del estilo brusco de su fútbol, caracterizado más por la garra y el coraje que por la calidad, de la que sí podían presumir más los jugadores del Madrid. Como sucede muchas veces alrededor de estas historias, la leyenda urbana se agranda y no recuerdo si fue José María García o José Ramón de la Morena quien contó el suceso completo, con persecuciones y adelantamientos por los carriles de esta autovía madrileña, poniendo en peligro su seguridad y la de muchos otros conductores. Otros, en cambio, dijeron que fue en un semáforo. Los detalles quedaron en entredicho, pero el propio Pizo revelaría después que lo principal de lo contado, sucedió.



Pocos días después, los protagonistas de la historia se cruzaron en el Santiago Bernabéu, en el derbi de la penúltima jornada de Liga de la 89/90, ya con el título en manos de los locales. La rivalidad entre Míchel y Pizo ya venía de algunos Osasuna-Real Madrid, pero ese día se acabó por enquistar. "No te preocupes por tu mujer, Pizo, está cuidándola Ruggeri, que por eso no está jugando", le provocó Míchel en una banda. "Al balón se le da con el interior del pie", le repetían el propio jugador y Gordillo, picándole constantemente.

"Se reían de mí de manera vacilona, estuve a punto de darles un puñetazo. Para Míchel todo es broma, hay que aguantar mucho de él. No saben perder, son antideportivos", explicó Pizo tras el 3-3, poco antes de revelar el secreto que había callado unos días: "Un día iban tres jugadores del Madrid por la carretera de la Coruña y me adelantaron y me dijeron que era su ídolo, riéndose". Míchel y Gordillo se defendieron pidiendo al jugador eibarrés que vendiera su vida a una revista del corazón o que hiciera una película, siempre en un tono vacilón e irónico.

Pero sus cruces no habían acabado. El 12 de enero de 1991 en otro derbi liguero en el Bernabéu (0-3 para el Atleti), una entrada de Míchel a la altura de la rodilla de Pizo mandó a éste al vestuario y tres meses a la enfermería por una fractura del maleolo tibial de su pierna derecha. "No voy a decir nada, ya lo habéis visto todos", esquivaba Pizo la polémica entonces, lesionado pero con una sonrisa por la victoria. De tal calibre fue la entrada que los servicios jurídicos del Atleti se plantearon presentar una querella contra el madridista. Jesús Gil paró la demanda debido a sus buenas relaciones con Ramón Mendoza en ese momento (algo así como no fichar a Agüero o Falcao por llevarse bien con Miguel Angel Gil y Cerezo, por contextualizar con la actualidad) .

El Clan de Las Rozas

Hace algo más de dos años, Paulo Futre contaba en MARCA un episodio sucedido con Luis Aragonés en relación a las burlas a Pizo en la carretera de la Coruña. Lo copio de sus propias palabras dado que es imposible mejorar la narración de los hechos.


LOS TOQUES DE FUTRE. MARCA. 29 DE MARZO DE 2010
"Eran las nueve de la mañana y esa noche del 92 jugábamos la final de la Copa en el Bernabéu contra el Real Madrid. Estaba con Manolo en la habitación, y alguién comenzó a dar puñetazos a la puerta. Nos despertamos con un susto de miedo: "¿Qué hora es?, le dije. Él me respondió: "Son las nueve", mientras los puñetazos sonaban cada vez más fuertes.

"¿Quién es?", chillé desde mi cama. "Soy yo, abra la puerta", me contestó. Reconocí su voz: '¡Uf, el míster a estas horas, no me jodas!', pensé. Abrí la puerta. Luis Aragonés entró como una fiera. Levantó las persianas, cogió una silla y se sentó al lado de mi cama. Yo apenas tenía los ojos abiertos por la claridad del día.

"Míreme a los ojos", me dijo. "¿Pero cómo voy a mirarle si todavía no he abierto los ojos? Estoy seguro que lo que me quiere decir ahora lo podrá hacer más tarde", le respondí. "Ni hablar, usted me va a mirar a los ojos y me va escuchar ahora, ¿se acuerda usted de los insultos que le propiciaron Michel, Gordillo y Hierro a Pizo Gómez? ¿Usted sabe dónde y cómo le humillaron?.

"Claro que lo sé. Desde un coche comenzaron a burlarse de Pizo en un semáforo y a decirle: "Eres nuestro ídolo y mil barbaridades", le respondí. Luis me contestó a renglón seguido: "Pues bien, Paulo, hoy vengaremos a Pizo. Estos tres se van a tragar los insultos que le hicieron a su compañero y hasta el último día de cada una de sus vidas van a recordar el dia de hoy".

Luis Aragonés no paraba de hablarme: "Usted desde esta noche se convertirá en el gran ídolo de Michel, Gordillo, Hierro, su gran amigo Paco Buyo y compañía. Hoy no puedes fallar, lo tienes totalmente prohibido. Hoy será tu día. Debe humillarlos como ellos hicieron con su compañero y ahora vuelva a dormir, pero recuerde que esta noche no me puede fallar". Y se fue de la habitación.

Obviamente ya no pude volver a dormir. La final de Copa para mí acababa de empezar a las nueve de la mañana y era lo que el míster deseaba. Su gran objetivo era que yo empezase a jugar el partido mentalmente 12 horas antes .
Aquel día nos vengamos de Pizo."

Bonita historia que nos habla de educación, de motivación para la competición y de personas a quienes la fama se les sube a la cabeza. Lo mejor de todo, la actitud de Luis Aragonés, el sabio de Hortaleza. Zapatones, genio y figura.

Por otro lado, en el aspecto negativo...qué raro, ¿chulería blanca? De que me suena.. ¡Ah si! DE TODA LA VIDA
Michel es un representante fiel del madridismo... tocahuevos de todas las maneras.
Esta actitud no es nueva en algunos jugadores madridistas, solo hay que preguntar a los jugadores del Jaén qué impresión se han llevado de los jugadores del Atlético, y a los del Alcoyano, del Madrid.
Di María y sobre todo el "Clan de los portugueses": Cristiano, Pepe, Coentrao, Carvalho, a los que se une Marcelo; son grandes jugadores de élite que están muy lejos de ser ejemplo de actitud modélica deportiva.

Voy a romper una lanza en favor de Jose Mourinho, el señorio que tanto pregona el Madrid no se ha perdido con Mou, sino que se perdió hace muuuuuuuchos años. Es más, hay quien habla de que es una leyenda urbana, jamás existió señorío.

Fuente: @marca @pablo_diazz

No hay comentarios:

Publicar un comentario