jueves, 9 de febrero de 2012

ARTE. Graffiti

¿Yo qué pinto aquí?

En los madrileños barrios de Campamento y Aluche no puedes ir por la calle y no darte cuenta de que están ahí.  A veces te sorprenden con su presencia, otras veces molesta, otras te agradan por su belleza o por lo que dicen, y cuando te habías acostumbrado a verlos siempre ahí, el día menos pensado ya no están y otros ocuparán su lugar.

Hablo del arte vandálico o vandalismo artístico de los graffitis. 

Nada se puede decir del graffiti en Madrid ni tampoco en España sin hablar de Muelle. Su nombre artístico tiene su origen en su infancia, cuando armó una bicicleta con un muelle gigante de amortiguador. Él es quien comenzó, junto con los flecheros, la que se llamó vertiente autóctona madrileña en 1982, en el contexto de la Movida Madrileña.


Su mensaje era un “antídoto contra el bombardeo de imágenes que nos invade".
Muelle se hizo conocido gracias a escribir millones de veces su mote.
Su firma simple pero fácilmente identificable llenó las calles de Madrid. Con el tiempo fue coloreándose, adquiriendo relieves, y apropiándose de los espacios más vistos


Se cuenta que en 1987 fue detenido cuando estampó su firma en la recién instalada estatua del Oso y el Madroño. Multado con 2.500 pesetas, recurrió la sentencia y defendió su actuación ante los tribunales, calificándola como meramente cultural. Un año después, mientras se realizaban obras de limpieza en la Cibeles, todas las cubiertas de los andamiajes amanecieron firmadas por él.

Muelle no ganó dinero con su actividad, una vez cuentan que recibió una abultada oferta económica de una empresa de colchones para usar su firma y se negó, demandó también a dos agencias que reprodujeron parte de su logo. Llegó a denunciar al Ayuntamiento de Madrid, en 1988, por utilizar su rúbrica en una ilustración de una revista. Nunca quiso quedar ligado a una marca: en 1985 había registrado su firma con derechos de propiedad, agregando a partir de entonces el símbolo ® a sus dibujos.


Circulan todo tipo de anécdotas, referidas por quienes le conocieron, y más aún por los que no pudieron hacerlo. Muelle murió en 1995, curiosamenete como tantos otros genios y artistas antes de llegar a la treintena de edad.


La prensa recogió este acontecimiento, contando la historia de su vida, y publicando la esquela con la que el Ayuntamiento reconocía su obra.
En la actualidad, algunas de sus pintadas en Madrid aspiran a ser declaradas Bien de Interés Cultural.

Si queréis leer más sobre graffiti, he encontrado, un blog muy completo y especializado sobre ello, enhorabuena a su creador:  http://cuadred.blogspot.com/


No hay comentarios:

Publicar un comentario