POLÍTICA. 38º Congreso del PSOE

Maneras de cerrar un círculo...
... o volverlo a empezar

Es la actualidad en estos momentos, el nuevo secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha sido elegido por el 51,1 por ciento de los delegados.
Volvemos a donde estábamos en un principio, la historia nos sorprende a veces por lo cíclica que parece.

Que el que fue ministro del Interior durante el desgaste y el fin de la violencia de ETA haya sido elegido suena bien, que alguien partípe ya en primera línea en los gobiernos de González y Zapatero, un buen político pero representante del pasado sea la alternativa de futuro, la savia nueva a una profunda crisis del partido, dicho así suena raro.

¿Por qué no se ha retirado Rubalcaba de la primera plana tras sacrificarse por el partido presentándose a unas elecciones que estaban perdidas? ¿No se hubiesen recordado más las cosas buenas en su dilatada carrera política? ¿No ha sabido que era hora de cerrar el círculo? y lo peor, ¿no han creído los delegados y la militancia que era hora de que lo cerrara para dar entrada a otros?
Como dice en twitter el periodista Ignacio Escolar:

Los viejos roqueros del psoe, la vieja guardia, los varones, han recibido eufóricos la proclamación de Rubalcaba. Han conseguido neutralizar la candidatura de la aspirante Carme Chacón en un punto clave, "el corazón del psoe",por su gran número de delegados, Andalucía.

Esto último tiene especial importancia cuando las elecciones autonómicas andaluzas del 25 de marzo están a la vuelta de la esquina, y es que este resultado se puede interpretar como una derrota de José Antonio Griñán, y muestra un debilitamiento de su liderazgo en el socialismo andaluz. A la luz de los resutados ya hay quien dice que se equivocó al reclamar el 38º congreso para Sevilla justo antes de las elecciones autonómicas y se volvió a equivocar al apostar por Chacón. Ahora tendrá que aguantar una precampaña y campaña electoral aún más cuesta arriba, con Javier Arenas armado hasta los dientes de argumentos como el escándalo de los ERE, el paro en ascenso y, para colmo, el recordatorio de: "a usted no le hacen caso ni en su propio partido".

Como dice la canción, Sevilla tiene un color especial, y es que Andalucía es sur, es diferente a  la Comunidad Valenciana, no se espera que pase lo mismo que allí, donde la sociedad no castiga el despilfarro ni la corrupción, sino que da mayoría absoluta en las urnas, y tampoco se castiga como se debería en los tribunales.

Y es que Andalucía no es Valencia